20 de junio de 1820 ~ Fallecimiento de Manuel Belgrano
Hoy se conmemora en Argentina el paso a la inmortalidad del General Belgrano.
“Militar a la fuerza”, fue además político, diplomático y periodista. Tuvo una actuación destacada como vocal de la Primera Junta, y también como militar y figura pública a lo largo de toda la década que siguió al 25 de mayo de 1810. Murió un 20 de junio en la extrema pobreza, pasando su deceso casi inadvertido para la sociedad porteña.
Manuel José Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano, mejor conocido como Manuel Belgrano, nació en Buenos Aires, Argentina, el 3 de junio de 1770. Fue un abogado, político y militar. Es recordado además por ser el creador de la Bandera Nacional y el General que consolidó la Independencia con sus victorias en las Batallas de Tucumán y Salta (1812-1813).
Manuel Belgrano era un criollo de ascendencia italiana, hijo de un comerciante genovés radicado en Buenos Aires: don Domingo Belgrano Peri, y de doña María Josefa González Casero. Estudió latín, filosofía y teología en el Real Colegio de San Carlos y luego partió a España en las Universidades de Salamanca y Valladolid donde se graduó de bachiller.
En 1793, Belgrano recibió el título de abogado y ese mismo año, volvió a su natal Buenos Aires, siendo designado con tan sólo 23 años como primer secretario del Consulado. Desde allí, se propuso realizar un fomento la educación, por medio de la capacitación a las personas para que aprendieran distintos oficios y pudieran aplicarlos en beneficio del país. Para ello, creó escuelas de Dibujo, de Matemáticas y de Náutica. Pero Belgrano, pronto tomó conciencia, de que sus proyectos modernizadores pese a ser grandes e innovadoras ideas, serían irrealizables a causa de la administración colonial, y que sólo podrían hacerse posibles si se daba la Independencia que traería consigo el progreso.
"Fundar escuelas es sembrar en las almas"
De manera que, en 1806, durante las invasiones inglesas, Manuel Belgrano decidió incorporarse a las milicias criollas para defender la ciudad. A partir de ese entonces, compartió su enorme pasión por la política y la economía con una carrera militar que realmente no lo entusiasmaba demasiado, ya que pensaba que podía desempeñarse mejor aplicando sus amplios conocimientos económicos y políticos, que como soldado. A partir de ese momento, empezó a conspirar contra la dominación española impulsado por las noticias llegadas en 1809 sobre la ocupación de la metrópoli por el ejército francés.
Así, Manuel Belgrano se convirtió en uno de los dirigentes de la Revolución de mayo que tuvo lugar entre el 18 y 25 de mayo de 1810, que significó el punto de partida del proceso independentista, y sumado a ello, se desempeñó como vocal de la Junta que se creó en Buenos Aires el 25 de mayo de 1810, también un embrión de lo que sería el futuro Gobierno de la Argentina.
“El honor y el premio son los resortes para que no se adormezca el espíritu del hombre”
(Manuel Belgrano)
Pese a que Manuel Belgrano no era militar profesional, fue nombrado General al mando del ejército del Paraguay, que fue formado con el objetivo de obtener la adhesión de dicho territorio al inminente proceso independentista, pero lastimosamente, resultó vencido por los paraguayos, lo que conllevó además al fracaso del intento de mantener la unidad entre Paraguay y Argentina. Aunque, cabe aclarar que pese a haber sido derrotado en las armas, consiguió dejar sembrado en las mentes y corazones de los jefes paraguayos el anhelo de libertad.
En 1812, Manuel Belgrano asumió la jefatura del Ejército del Norte y por ese entonces creó e izó por primera vez, en las barrancas rosarinas del Paraná, la bandera azul y blanca que pasaría a ser la bandera nacional.
Ese mismo año, al mando de sus tropas consiguió la victoria contra las fuerzas españolas del general Juan Pío de Tristán y Moscoso en la batalla de Tucumán y un año más tarde, en 1813 en la batalla de Salta, victorias que salvaguardaron la Independencia argentina al lograr contener la contraofensiva Realista proveniente desde el norte.
Pero, desafortunadamente, después de estos memorables hechos, vinieron las derrotas de Vilcapugio en octubre del mismo 1813 y la de Ayohuma en noviembre. Lo que conllevó a que Manuel Belgrano tomara la determinación de retirarse del Ejército del Norte.
En 1816, Manuel Belgrano participó de manera activa en el Congreso de Tucumán, donde el Congreso declaró formalmente la independencia de las Provincias Unidas del Río de la Plata y tomó como bandera nacional la que Belgrano había; sin embargo, su idea de formar una monarquía fue desoída y el Congreso hizo del Directorio el principal órgano ejecutivo.
Como premio por los triunfos de Tucumán y Salta, la Asamblea le había otorgado 40.000 pesos oro. Dinero que Belgrano, donó para la construcción de cuatro escuelas públicas ubicadas en Tarija, Jujuy, Tucumán y Santiago del Estero. Pero lamentablemente, el dinero donado fue destinado por el Triunvirato y los gobiernos sucesivos a otras cosas.
Cabe destacar también que Belgrano, redactó un moderno reglamento para las escuelas que no se construyeron, donde promovía ideas como que el maestro debía ser bien remunerado al desempeñarse en una de las profesiones más importantes.
Aunque parezca increíble, Manuel Belgrano, murió a los 50 años de edad en la absoluta pobreza el 20 de junio de 1820 en Buenos Aires, que entonces era asolada por la guerra civil, y sólo un diario, de entre los muchos que existían, “El Despertador Teofilantrópico” quiso publicar la noticia de su muerte.
El día de su fallecimiento, hubo en Buenos Aires tres gobernadores distintos, una clara postal de los conflictos que siguieron a la independencia de las Provincias Unidas.
*- Manuel Dorrego se burló de su voz por sonar aflautada. Esto molestó tanto a San Martín que lo suspendió del ejército. *- Creó la bandera argentina para darles identidad a las Provincias Unidas del Sur? Fue a orillas del río Paraná, en 1812, y se supone que estaba compuesta por dos franjas horizontales: una blanca y otra celeste. *- Escribió su autobiografía -según confesó- no sólo para que fuera útil a sus paisanos, sino también para “ponerme a cubierto de la maledicencia”. *- El general pidió a su hermana Juana, que lo asistía con el amor de una madre, que le alcanzase su reloj de oro, que tenía colgado a la cabecera de la cama. "'Es todo cuanto tengo para dar a este hombre bueno y generoso'", dijo dirigiéndose al doctor escocés que lo atendía, José Redhead, quien lo recibió "enternecido". *- Al morir Belgrano, por falta de dinero, su lápida se hizo con el mármol de la cómoda (para guardar ropa) de uno de sus hermanos.
Manuel José Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano:
- Ideólogo de Mayo
- Estadista y Paradigma del Funcionario Público
- Pionero de la Educación Pública
- Promotor del Rol Social de la Mujer
- Impulsor de la Agricultura, la Industria y el Comercio
- Economista Político, Periodista, Ecologista y Abogado
- Protector de los Pueblos Originarios y Primer Constitucionalista
- General de la Independencia Hispanoamericana
- Precursor del Panamericanismo
- Padre de la Patria
- Creador de la Bandera Nacional y de la Bandera Nacional de la Libertad Civil
- Fundador de las Academias de Náutica, Dibujo y Matemáticas (En el reglamento se establecieron condiciones igualitarias para españoles, criollos e indios, incluso becas para los huérfanos).
Fuente: Instituto Nacional Belgraniano
PROCLAMA DEL GENERAL MANUEL BELGRANO A LAS TROPAS DE JUJUY
«Manuel Belgrano, General en Jefe, al Ejército a su mando.
Soldados, hijos dignos de la Patria, camaradas míos: dos años ha que por primera vez resonó en estas regiones el eco de la libertad, y él continúa propagándose hasta por las cavernas más recónditas de los Andes; pues que no es obra de los hombres, sino del Dios Omnipotente, que permitió a los Americanos que se nos presentase la ocasión de entrar al goce de nuestros derechos: el 25 de Mayo será para siempre memorable en los anales de nuestra historia, y vosotros tendréis un motivo más para recordarlo, cuando, en él por primera vez, veis la Bandera Nacional en mis manos que ya os distingue de las demás naciones del globo, sin embargo de los esfuerzos que han hecho los enemigos de la sagrada causa que defendemos, para echarnos cadenas aún más pesadas que las que cargabais.
Pero esta gloria debemos sostenerla de un modo digno, con la unión, la constancia y el exacto cumplimiento de nuestras obligaciones hacia Dios, hacia nosotros mismos; a fin de que la Patria se goce de abrigar en su seno hijos tan beneméritos, y pueda presentarla a la posteridad como modelos que haya de tener a la vista para conservarla libre de enemigos y en el lleno de su felicidad. Mi corazón rebosa de alegría al observar en vuestros semblantes, que están adornados de tan generosos y nobles sentimientos, y que yo no soy más que un jefe a quien vosotros impulsáis con vuestros hechos, con vuestro ardor, con vuestro patriotismo. Sí, os seguiré, imitando vuestras acciones y todo el entusiasmo de que sólo son capaces los hombres libres para sacar a sus hermanos de la opresión. Ea, pues, soldados de la Patria, no olvidéis jamás que nuestra obra es de Dios; Que él nos ha concedido esta Bandera, que nos manda que la sostengamos, y que no hay una sola coa que no nos empeñe a mantenerla con el honro y decoro que le corresponde. Nuestros padres, nuestros hermanos, nuestros hijos, nuestros conciudadanos, todos, todos, fijan en vosotros la vista y deciden que a vosotros es a quienes corresponderá todo su reconocimiento si continuáis en el camino de la gloria que os habéis abierto. Jurad conmigo ejecutarlo así, y en prueba de ello repetid: ¡Viva la Patria!.»
Frases:
*- «Sin educación, en balde es cansarse, nunca seremos más que lo que desgraciadamente somos.»
*- «Sin que se ilustren los habitantes de un país, o lo que es lo mismo, sin enseñanza, nada podríamos adelantar»
*- «Se deben poner escuelas gratuitas para la niñas, de se les enseñará la doctrina cristiana, a leer, a escribir, coser, bordar, y principalmente inspirarles amor al trabajo, para separarlas de la ociosidad, tan perjudicial o más en las mujeres que en los hombres.»
*- «Los niños miran con fastidio las escuelas, es verdad, pero es porque en ellas no se varía jamás su ocupación; no se trata de otra cosa que de enseñarles a leer y escribir, pero con un tesón de seis o siete horas al día, que hacen a los niños detestable la memoria de la escuela, que a no ser alimentados por la esperanza del domingo, se les haría mucho más aborrecible este funesto teatro de la opresión de su espíritu inquieto y siempre amigo de la verdad.
¡Triste y lamentable estado el de nuestra pasada y presente educación!
Al niño se lo abate y castiga en las aulas, se le desprecia en las calles y se le engaña en el seno mismo de su casa paternal. Si deseoso de satisfacer su curiosidad natural pregunta alguna cosa, se le desprecia o se le engaña haciéndole concebir dos mil absurdos que convivirán con él hasta su última vejez.»
Fuente: (El Historiador)
Más frases de nuestro héroe:
- Soy muy amante de que todas las ciencias se sepan por principios y nadie pueda tener conocimiento de aquellas sin estar instruidos en éstos.
- El hombre, por su naturaleza, aspira a lo mejor, y, por consiguiente, desea tener comodidades y no se conforma sólo con comer.
- El honor y el premio son los dos resortes más a propósito, para que no se adormezca el espíritu del hombre.
- Bien puede pesarle a todos los demonios, pero en mí no tendrán jamás cabida
- El miedo sólo sirve para perderlo todo.
- Un pueblo culto nunca puede ser esclavizado.
- No es lo mismo vestir el uniforme militar, que serlo.
- Pues deseo que todos sepan el bien para alegrarse, y el mal para remediarlo, si aman a su patria; así que nada oculto ni ocultaré jamás.
- Trabajé siempre para mi patria poniendo voluntad, no incertidumbre.
- Los gobiernos ilustrados, conociendo las ventajas que prometen el premio y el honor, han echado mano de estos principios motores del corazón humano para todas las empresas.
- Fundar escuelas es sembrar en las almas.
- El estudio de lo pasado enseña cómo debe manejarse el hombre en lo presente y por venir.
- No busco glorias si no la unión de los americanos y la prosperidad de La Patria.
- Me glorío de no haber engañado jamás a ningún hombre y de haber procedido constantemente por el sendero de la razón y de la justicia, a pesar de haber conocido la ingratitud.
- Quiero volar, pero mis alas son chicas para tanto peso.
- Sin educación, en balde es cansarse, nunca seremos más que lo que desgraciadamente somos.
- No hubiese un español que no creyese ser señor de América, y los americanos los miraban entonces con poco menos estupor que los indios en los principios de sus horrorosas carnicerías, tituladas conquistas.
- ¿Qué otra cosa son los individuos de un gobierno, que los agentes de negocios de la sociedad, para arreglarlos y dirigirlos del modo que conforme al interés público?.
- Nadie me separara de los principios que adopté cuando me decidí a buscar la libertad de la patria amada, y como éste sólo es mi objeto, no las glorias, no los honores, no los empleos, no los intereses, estoy cierto de que seré constante en seguirlos.
- [Mis ideas] no se apartan de la razón y justicia que concibo, ni jamás se han dirigido a formar partidos, ni seguirlos.
- Esa paz tan estimable se compra al duro precio de la sangre y de la muerte.
- La vida es nada si la libertad se pierde.
- Este país, que al parecer no reflexiona ni tiene conocimientos económicos, será sin comercio un país desgraciado, esterilizada su feracidad y holgando su industria.
- Deseo ardorosamente el mejoramiento de los pueblos.
- Su único fin debe ser por un avenimiento… o veremos transformarse el país en puros salvajes.
- Que no se oiga ya que los ricos devoran a los pobres, y que la justicia es sólo para aquéllos.
- No hallo medio entre salvar a la patria o morir con honor.
- No busco el concepto de nadie, sino el de mi propia conciencia, que al fin es con la que vivo en todos los instantes y no quiero que me remuerda.
- Mis intenciones no son otras que el evitar la efusión de sangre entre hermanos.
- A quien procede con honradez, nada debe alterarle. He hecho cuanto he podido y jamás he faltado a mi palabra.
- Ni la virtud ni los talentos tienen precio, ni pueden compensarse con dinero sin degradarlos.
- Desde la más remota antigüedad hasta nuestros días, la historia de los siglos y de los tiempos nos enseña cuánto aprecio han merecido todos aquéllos que han puesto el cimiento a alguna obra benéfica a la humanidad.
- Método no desorden; disciplina, no caos; constancia no improvisación; firmeza, no blandura; magnanimidad, no condescendencia.
- Nuestros patriotas están revestidos de pasiones, y en particular, la de la venganza.
- Sirvo a la patria sin otro objeto que el de verla constituida, ése es el premio al que aspiro.
- Todo depende y resulta del cultivo de las tierras; sin él no hay materias primeras para las artes, por consiguiente, la industria, que no tiene cómo ejercitarse, no puede proporcionar materias para que el comercio se ejecute.
- Me hierve la sangre, al observar tanto obstáculo.
- Parece que la injusticia tiene en nosotros más abrigo que la justicia. Pero yo me río, y sigo mi camino.
- Fomentar la agricultura, animar la industria y proteger el comercio son los tres importantes objetos que deben ocupar la atención.
- Estoy muy acostumbrado a contrastes y más espíritu tengo en ellos que en las prosperidades; me ocurre siempre en éstas que después del buen tiempo viene el malo y en éste que ha de venir aquél.
- Es preciso contener la venganza y pedir a Dios que la destierre, porque de no ser así, esto es de nunca acabar y jamás veremos la tranquilidad.
- Nada importa saber o no la vida de cierta clase de hombres que todos sus trabajos y afanes los han contraído así mismo, y ni un sólo instante han concedido a los demás; pero la de los hombres públicos, sea cual fuere, debe siempre presentarse, o para que sirva de ejemplo que se emite, o de una lección que retraiga de incidir en sus defectos.
- El modo de contener los delitos y fomentar las virtudes es castigar al delincuente y proteger al inocente.
- En vano los hombres se empeñan en arrastrar a su opinión a los demás, cuando ella no está cimentada en la razón.
- La sombra de la Junta que traigo conmigo hace prodigios; la Junta será la vencedora, no yo; su nombre sólo con el aspecto de nuestros bravos atrae a los afectos y aterra a los malvados.
- Que nos entristezcamos o nos alegremos, la mano que todo lo dirige, no por eso va a variar: esta es una verdad evangélica.
- Los hombres no entran en razón mientras no padecen.
- En mis principios no entra causar males sino cortarlos.
- El interés es el único móvil del corazón del hombre y bien manejado puede proporcionar infinitas utilidades.
- Era preciso corresponder a la confianza del pueblo, y me contraje al desempeño de esta obligación, asegurando, como aseguro, a la faz del universo, que todas mis ideas cambiaron, y ni una sola concedía a un objeto particular, por más que me interesase el bien público estaba a todos instantes ante mi vista.
- La agricultura es la madre fecunda que proporciona todas las materias primeras que dan movimiento a las artes y al comercio.
- Lo que creyere justo lo he de hacer, sin consideraciones ni respetos a nadie.
- Se deben poner escuelas gratuitas para la niñas, de se les enseñará la doctrina cristiana, a leer, a escribir, coser, bordar, y principalmente inspirarles amor al trabajo, para separarlas de la ociosidad, tan perjudicial o más en las mujeres que en los hombres.
- Yo no sé más que hablar la verdad y expresarme con franqueza esto me lo he propuesto desde el principio de la revolución y he seguido y seguiré así.
- Todas las dificultades se vencerían rápidamente si hubiera un poco de interés por la patria.
- El bien público está en todos los instantes ante mi vida.
- Se apoderaron de mí las ideas de libertad, igualdad, seguridad, propiedad, y sólo veía tiranos en los que se oponían a que el hombre fuese donde fuese, no disfrutase de unos derechos que Dios y la naturaleza le habían concedido.
- Mis intenciones no son otras que el evitar la efusión de sangre entre hermanos.
- Ninguna cosa tiene su valor real, ni efectivo en sí mismo, sólo tiene el que nosotros le queremos dar; y éste se liga precisamente a la necesidad que tengamos en ella; a los medios de satisfacer esta inclinación; a los deseos de lograrla y a su escasez y abundancia.
- ¡Juro a la patria y a mis compañeros, que si a las tres de la tarde del día inmediato el virrey no hubiese renunciado, a fe de caballero, yo le derribaré con mis armas!
- Mucho me falta para ser un verdadero padre de la patria, me contentaría con ser un buen hijo de ella.