Se celebra el Día del Cine nacional, en homenaje a la primera película argumental, “La Revolución de Mayo”, estrenada en el Teatro Ateneo de Buenos Aires, el 23 de Mayo de 1909.
El film original estaba dividido en 15 cuadros de los cuales se conservan solo 9, cada uno de ellos precedido por un cartel. En el film se relatan los acontecimientos del 25 de Mayo de 1810 y los sucesos de los días precedentes.
El cine argentino ha sido históricamente de los tres más desarrollados en Latinoamérica, junto al mexicano y al brasileño.
La producción argentina ha sido nominada en muchas oportunidades a los premios Oscar en la categoría “Mejor película extranjera” y es el único país de Latinoamérica en ganarlo dos veces, con la película “La historia oficial” (1985) y la película “El secreto de sus ojos” (2009).
La Revolución de Mayo es una película de Argentina sin sonido y en blanco y negro, dirigida por Mario Gallo sobre su propio guion que se estrenó el 22 de mayo de 1909 en el teatro Ateneo de la esquina de Corrientes y Maipú y que tuvo como protagonistas a actores profesionales entre los que se encontraba Eliseo Gutiérrez. El filme se refiere a los acontecimientos históricos sucedidos en Buenos Aires en mayo de 1810 conocidos como la Revolución de Mayo, si bien contiene algunas fallas e inexactitudes como, por ejemplo, la presencia de San Martín, una licencia artística del director o la visión en el extremo derecho del cuadro de la persona que sostiene el telón.
El director Mario Gallo, un italiano que había llegado a la Argentina en 1905 comenzó a filmar en 1909 y realizó la primera película con argumento de Argentina si bien las opiniones de los estudiosos no son coincidentes en cuanto a su orden temporal. La versión tradicional de Pablo C. Ducrós Hicken investigador e historiador especializado en cine, la prioridad fue de El fusilamiento de Dorrego estrenado el 24 de mayo de 1908. Otros investigadores fechan su rodaje dos años después, lo que significaría que la primera película sería La Revolución de Mayo de 1909.
Originalmente la copia conservada por la Cinemateca Argentina estaba rodada en soporte nitrato de 35 mm, y por ende altamente inflamable y fue transferida en 1955 a un soporte 16 mm. En la empresa Cinecolor Argentina se reparó físicamente la copia para permitir su escaneado, que luego fue restaurado digitalmente por el Equipo de Restauración y Retoque Digital integrado por Milagros Cimadevilla, Juan Ignacio Bousquet y María Victoria Mateu, quienes estabilizaron la imagen, arreglaron los cuadros dañados, limpiaron defectos y elimininaron el flickeo. Más adelante se restauraron y rearmaron las placas usando como base los originales para reemplazar las letras dañadas o inexistentes, se dosificó imagen para emparejar las diferencias de luminancia y contrastes de los distintos planos del cortometraje, y se imprimieron 2 negativos, uno para que pueda ser proyectado en una sala comercial y otro que respeta el formato original de captura, esto quiere decir 35mm con la imagen en el total de la película, de perforación a perforación, en formato 1.37:1 así respetando el nitrato original capturado por Mario Gallo en 1909. La copia obtenida no presenta los saltos esperables por las huellas del tiempo ni la falta de estabilidad debida a diversos factores: ser rodada a una velocidad inferior de cuadros por segundo y, fundamentalmente, a manivela. En el año 2016 con motivo del Bicentenario de la Independencia se realizó una segunda restauración a cargo de la empresa Gotika a pedido del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales. Se realiza una nueva corrección de color, estabilización, eliminación de rayas y manchas partiendo del negativo escaneado.