La historia y evolución de los calendarios
Un viaje a través del tiempo…
Veremos cómo evolucionaron los calendarios a lo largo del tiempo.
Desde las primeras civilizaciones, el ser humano ha contado el paso de los días y ha intentado dividir el tiempo en sistemas lógicos. Esta necesidad de representar y medir el tiempo llevó a la creación de los primeros calendarios. Cada pueblo lo adaptaba como un reflejo de su cultura: su religión, las festividades más importantes, el paso de las estaciones y la cosecha.
En la actualidad, aunque existen diferentes tipos de calendarios (chino, hebreo, hindú, musulmán, persa, budista, etc.), el más utilizado en todo el mundo es el Calendario Gregoriano, un calendario solar creado en 1582.
¿Alguna vez se han preguntado por qué el año tiene 365 días o por qué a veces hay un 29 de febrero? La respuesta está en una historia milenaria, un viaje donde la humanidad intentó «atrapar» y medir el tiempo. Lo que hoy llamamos calendario es la herencia de un gran esfuerzo de civilizaciones enteras.
Los inicios del calendario
Los primeros intentos de medir el tiempo se basaron en la observación de fenómenos naturales: las fases de la Luna (calendarios lunares) y el ciclo de las Estaciones (calendarios solares). Las civilizaciones más antiguas se basaban en la observación del cielo, usando la posición de los planetas y las fases de la Luna como referencia. La posición de los planetas y las fases de la Luna se convirtieron en la referencia: cuando la Luna retornaba a la fase inicial de su órbita, el mes había terminado.
El calendario más antiguo del que se tiene conocimiento está en Aberdeenshire (Escocia) y data del 8.000 a.C. Se trata de un «monumento mesolítico» compuesto por 12 piedras que marcan la posición de la luna a lo largo del un año y fue construido por las comunidades cazadoras-recolectoras del lugar.
¿Quién inventó el calendario?
El calendario más antiguo que se conoce desarrollado por una civilización es el de los sumerios. Fue un pueblo que se estableció en el bajo valle del Éufrates en el V milenio antes de J.C., y fundó una de las más antiguas civilizaciones. Los sumerios desaparecieron a principios del II milenio a.C. Fueron una civilización muy avanzada, destacando en campos como la agricultura y la ganadería, el militar y la cultura (arquitectura, matemáticas, medicina y literatura). Según este calendario, el día estaba dividido en doce partes y cada parte se dividía en 30 más.
Algunas culturas incluyeron también el paso de las estaciones y las observaciones solares: eso dio origen a los calendarios Lunisolares. Los sumerios y los babilonios fueron los pioneros en crear este tipo de calendarios hace 5.000 años en la región de Mesopotamia (actual Oriente Medio).
Los sumerios dividieron el año en doce ciclos lunares, aunque este tiempo no coincidía con el año solar (que era más largo). Así que añadían un mes cada cuatro años para compensar. Más tarde, los babilonios fraccionaron el día en 24 horas y la hora en 60 minutos.
El calendario sumerio inspiró el calendario de otras civilizaciones como los hebreos, los antiguos egipcios y los griegos clásicos.
Por su parte, los primeros calendarios solares aparecieron en Egipto hace 3.000 años. Los astrónomos y matemáticos egipcios descubrieron que el año duraba 365 días, dividieron el calendario en 12 meses de 30 días cada uno y tomaron festivos los 5 días que sobraban cada año.
Hace unos 2.000 años, en la otra parte del mundo, la civilización maya creó su propio calendario en ciclos de 52 años. Los mayas calcularon las fechas desde el 3114 a.C. hasta el año 2012.
Los mayas también calcularon que el año solar tenía 365 días, pero las fechas se marcaban combinando tres calendarios diferentes: el Tzolkin o calendario divino, el Haab o calendario ceremonial y la Cuenta Larga, que contemplaba un período de más de 5.000 años.
El 26 de julio de cada año marca el comienzo de un nuevo ciclo y una nueva “personalidad”, o esencia, para el próximo año, señalada por su propio signo o glifo, como Semilla, Mono, Tormenta y así sucesivamente.
Sin embargo, el día 25 de julio (El Día Fuera del Tiempo) es quizás más importante para los mayas que el 26 de julio, ya que es un día para dar gracias y reflexionar sobre lo que se ha logrado y las lecciones aprendidas. El 25 de julio es un día de enlace donde las nuevas empresas deben esperar la energía del nuevo año; es también un momento en que cualquier cosa puede suceder.
La palabra calendario viene de la palabra «kalendarium», que era el libro de cuentas donde se anotaban los intereses mensuales de los préstamos. Estas deudas se pagaban el primer día de cada mes, es decir, a las calendas.
Como curiosidad: Almanaque viene del árabe ( المناخ al-manākh: «el clima» )
De los romanos a la actualidad:
Los primeros calendarios romanos tenían 10 meses, de marzo hasta diciembre, y solo contaban con 304 días. Con el paso del tiempo, los astrónomos romanos mejoraron sus observaciones del cielo y definieron un calendario de 12 meses y 355 días a partir del s.VII a.C.
Siglos después, en el 45 a.C., el famoso político y militar Julio César estableció un nuevo calendario: el calendario juliano. Este constaba de 365 días, ya que se le agregaron 10 días para completar el giro de la Tierra alrededor del Sol.
Tras la muerte de Julio César en el 44 a.C., el senado romano decidió dedicarle el mes de julio en su honor. Su sucesor, el emperador César Augusto, decidió que el mes siguiente fuera dedicado a su persona: agosto.
Tanto julio como agosto ganaron un día y pasaron a tener 31 días. Estos dos días fueron retirados de febrero, que pasó a tener 28 días. Para evitar el desajuste con el año solar, se añade un día extra a febrero en los años bisiestos.
Aunque se trata del calendario más preciso, utilizado en casi todo el mundo, cada año se desajusta 26 segundos. Dentro de 3.300 años, tendremos que añadir un día más para ajustar el calendario.
Los pueblos y culturas han plasmado el paso de las estaciones, la religión
y la astronomía en diferentes calendarios a lo largo de la historia.
¿Entonces? ¿Por qué celebramos el año nuevo el día 1 de enero?
Originariamente, el año romano comenzaba en marzo. El cambio al 1 de enero como inicio del año ocurrió en el 153 a.C., cuando se decidió adelantar la fecha del nombramiento de los cónsules romanos para una campaña militar, fijando desde entonces el inicio de su mandato en enero. El mes de Enero estaba dedicado a Jano, dios de doble cara que mira al año viejo y al nuevo.
El calendario gregoriano (por el papa Gregorio en el año 1582), que es el utilizado hoy en día surge de uno anterior, creado por el astrónomo y filósofo Sosígenes, bajo las órdenes de Julio Cesar, en el año 46 antes de Cristo. Tenía 10 meses:
- Marzo, dedicado a Marte, dios de la guerra;
- Abril, porque en allá se «abre» la primavera; también con «Aphrodite» (Afrodita), pues abril estaba dedicado a esta diosa.
- Mayo, consagrado Maia, diosa de la fertilidad, la castidad y la salud;
- Junio en honor a Juno, hermana y esposa de Júpiter;
- Quintilis, por ser el quinto mes del año, fue renombrado julio, en honor a Julio César;
- Sextilis, que luego fue renombrado agosto, en honor a Augusto;
- Septiembre, porque originalmente era el mes número siete;
- Octubre, que ocupaba el octavo lugar en el calendario;
- Noviembre, que era el mes número nueve;
- Diciembre, décimo y último mes, en aquel entonces.
Además fue necesario agregarle dos meses: enero, a principio de año, dedicado a Jano, dios de doble cara que mira al año viejo y al nuevo; y febrero, mes que da comienzo al invierno europeo y donde en aquella época, los esclavos se enfermaban y tenían fiebre.
«Enero no existía para los antiguos romanos».
Los Diez Días que Desaparecieron
(Un Viaje en el Tiempo por Decreto)
El Problema: Un Calendario Desalineado
Imagina que estás usando un reloj que está un poquito atrasado, solo un minuto al día. Durante un par de días no pasa nada, pero si dejas que pasen 1,600 años, ¡ese reloj estará desalineado por más de una semana!
Eso fue exactamente lo que le pasó al calendario que usaba el mundo en 1582, llamado el Calendario Juliano (el que había creado Julio César). Era muy bueno, pero tenía un pequeño error: el año era un pelín más largo de lo que realmente dura la Tierra en dar la vuelta al Sol.
Con los siglos, ese pequeño error se había acumulado hasta convertirse en 10 días de diferencia.
La Solución del Papa (Un Salto en el Tiempo)
El Papa Gregorio XIII decidió que era hora de poner orden. Si el calendario estaba adelantado 10 días, la solución era simple: ¡borrar esos 10 días!
Para hacer este «ajuste de horario», el Papa emitió una orden (una bula papal) que decía:
"La gente se acostará la noche del jueves 4 de octubre de 1582... y se despertará a la mañana siguiente siendo viernes 15 de octubre de 1582."
El calendario gregoriano se originó a partir de dos estudios realizados en por científicos de la Universidad de Salamanca, que fueron remitidos a la Santa Sede, quienes surgieron el actual calendario mundial. En la “Comisión del Calendario” destacaron los astrónomos Cristóbal Clavio (jesuita) y Luis Lilio, grandes astrónomos de su tiempo.
¿Qué Sucedió Realmente?
La respuesta más simple y divertida es: ¡Nada! Esos días simplemente no existieron.
- No hubo 5 de octubre, ni 6, ni 7… hasta el 14 de octubre. (Un día como hoy) ¯\_(ツ)_/¯
- En países como España, Portugal, Italia y Francia, la gente simplemente saltó diez días en el tiempo por decreto.
* Las Anécdotas Curiosas:
El cambio provocó algunas situaciones divertidas (y otras no tanto):
- El Misterio: En los pueblos, hubo gente que creyó que les habían «robado» días de su vida. Hubo pequeñas protestas de campesinos y obreros que temían que les pagaran menos, ¡ya que su calendario de trabajo había perdido 10 días! (Afortunadamente, los gobiernos se aseguraron de que se pagara el salario completo).
- El Santo que No Celebró: La mística española Santa Teresa de Jesús, quien murió el 4 de octubre de 1582, fue enterrada al día siguiente, el 15 de octubre de 1582. El 4 de octubre era el día de San Francisco de Asís. Todos los santos que caían en las fechas intermedias (del 5 al 14) tuvieron que esperar al año siguiente para ser celebrados…
- La Confusión de la Historia: Por un tiempo, en Europa, si le preguntabas a un español qué día era, te daba una fecha (la gregoriana), y si le preguntabas a un inglés (que tardó en adoptar el cambio), ¡te daba una fecha 10 días anterior!
- El equinoccio fallido: en el documento pontificio ordenaba que el equinoccio debió caer el 21 de marzo y no el 11 de marzo, que era hasta donde había retrocedido en el calendario desfasado del siglo XVI.
Este salto, que duró solo una noche, puso al calendario en línea con el Sol y creó el Calendario Gregoriano, el sistema que, con reglas más estrictas para los años bisiestos (como la famosa regla de los años «00» que no son divisibles por 400), usamos hoy para coordinar al mundo entero.
Más curiosidades sobre la historia del calendario
Ha habido intentos sonados de cambiar el rumbo del calendario y crear almanaques nuevos. El más estúpido fue el calendario republicano francés propuesto por Gilbert Romme y modificado por Philippe- François-Nazaire Fabre d’Eglantine, ridículo proyecto que comenzó a regir el 22 de septiembre de 1792.
Estuvo en vigor hasta el 1 de enero de 1806: en este almanaque el año comenzaba el 22 de septiembre, fecha de la proclamación de la República, y se dio a los meses nombres tomados del cambio de estaciones y del desarrollo de la vegetación.
- Vendimiario: cosecha de la uva.
- Brumario: que oscurece el cielo.
- Frimario: que cubre las montañas de nieve.
- Nivoso: que lleva la nieve a los valles.
- Pluvioso: mes de las lluvias.
- Ventoso: mes del viento.
- Germinal: que hace brotar las plantas.
- Floreal: donde florecen las plantas.
- Pradial: mes de la siega de los prados.
- Mesidor: mes de la cosecha de trigo.
- Thermidor: mes que calienta los campos.
- Fructidor: mes en que madura la fruta.
Además, suprimió la semana de siete días y estableció las décadas. Era tan arbitrario y absurdo que nadie parece que se lo tomara en serio. También los alemanes pretendieron en 1934 alterar el nombre de los meses y reponer los antiguos nombres del calendario gótico.
Un editor de Berlín lanzó el almanaque, pero dio a los meses los nombres de los líderes más importantes del partido en el poder, el nacionalsocialismo, por lo que el año empezaba con el uno de Hitler, uno de enero… ¡Menuda forma de empezar el año!
Ahora en resumen!
Mira esta posible estructura cronológica (de las civilizaciones más antiguas hasta el calendario actual):
- Los sumerios → primer calendario conocido (basado en la Luna, dividido en 12 partes).
- Los egipcios → crearon el primer calendario solar de 365 días.
- Los mayas → desarrollaron un sistema complejo con tres calendarios combinados (Tzolkin, Haab y Cuenta Larga).
- Los romanos antiguos → calendario de 10 meses, luego 12 con Numa Pompilio.
- Julio César (calendario juliano) → año de 365 días y un día bisiesto cada 4 años.
- Emperador Augusto → ajustes en los meses (julio y agosto con 31 días).
- Papa Gregorio XIII (calendario gregoriano, 1582) → corrección del calendario juliano.
- Revolución Francesa (1792) → intento de crear el calendario republicano.
- Calendarios modernos y religiosos → chino, musulmán, judío, hindú, etc.
Por último la regla mnemotécnica de los días de cada mes:
Existe una copla con varias versiones que se utiliza como regla nemotécnica para recordar el número de días de cada mes:
Treinta días trae noviembre,
con abril, junio y septiembre;
de veintiocho solo hay uno
y los demás, de treinta y uno.
– Una variante latinoamericana dice así:
Treinta días tiene noviembre
con abril, junio y septiembre.
Los demás son treinta y uno
menos febrero mocho
que solo trae veintiocho.
* Yo aprendí en la escuela secundaria el verso en idioma italiano… tiene linda rima y era más fácil de aprender un idioma nuevo para mí ya que no tenía noción de ese idioma (si recuerdan, mis antepasados son Ucranianos).